Un muestrario soñado, con unos pequeños alfajores que se deshacen en la boca y unos dulces propios de la ciudad de Moquegua—los gargueros—, que parecen canolis sicilianos: canutos de masa frita rellenos de manjar. Hay prestiños —una rosca frita azucarada—, y también King Kong, un alfajor de tres pisos y tres rellenos que es el orgullo de Lambayeque. Tema aparte son (unos) limones de convento: caramelizados y rellenos de manjar.
¡Increíble experiencia en Fausta! La torta de chocolate húmeda y con extra fudge y los alfajores de sal de maras son de ensueño.
Los mejores dulces y pastelería casera de una calidad increíble. Me preguntan cuál de sus postres es mi favorito, yo respondo: ¡Todos! Los guargüeros y alfajores son espectaculares.
La mayoría dirá que la estrella es la torta de chocolate pretórica de sensualidad y atractivos. Otros, me dirán que los guargüeros o los limones rellenos son formidables. Yo elijo un postre que me hace recordar a mi infancia, cuando íbamos al santuario de Begoña en Bilbao a comer rosquillas con mi familia: yo me quedo con los prestiños huanuqueños.
El producto y la técnica son fundamentales para el concepto de pastelería peruana y casera desarrollada por Milagros Huamán, definida por la frescura y la atención al detalle. Muestra de ello son los ingredientes que se utilizan en la preparación de varios de los bocados que se incluyen en la caja inspirada en Santa Rosa de Lima -como rosas y agua de lavada- pero, principalmente, es una línea conductora que se hace presente en todos los postres que se ofrecen en Fausta.